Una antigua leyenda cuenta que el rey Eduardo I (1272-1307) decidió poner fin a la contaminación causada por el humo de la combustión del carbón una vez que su madre,
la reina Eleanor, enfermó y abandonó el castillo de Nottingham por huir
del humo de las chimeneas cercanas.
Aunque esto fuera improbable, lo cierto es que la calidad del aire en Londres era muy mala, y como varios nobles y clérigos se quejaron ante él,
decidió declarar una ley que prohibía encender carbón a determinadas
horas del día e impuso la pena de muerte para quien lo desobedeciera.
Sin embargo, la contaminación del aire siguió siendo un problema en Inglaterra, especialmente con la llegada de la Revolución Industrial.
Ya desde la década del 40 Londres venía sufriendo epidemias de cólera que, debido a la contaminación del río, se fueron agravando.
Hoy día este río que sirve de acceso a la ruta comercial con otros países de Europa y resto del mundo, ha sido recuperado, volviéndose a ver fauna y pesca.
Sin embargo, la contaminación del aire siguió siendo un problema en Inglaterra, especialmente con la llegada de la Revolución Industrial.
La Gran Niebla de
1952,
fue un periodo de polución ambiental, entre los días 5 de
diciembre y 9 de diciembre de 1952 que cubrió la ciudad
de Londres. El fenómeno fue considerado uno de los peores impactos ambientales
hasta entonces, siendo causado por el crecimiento incontrolado de la quema de combustibles fósiles en la industria
y en los transportes.
Esta misma ciudad registró también, uno de los casos más extremos de contaminación del agua en el año 1858 (previo a la construcción del alcantarillado), hecho que se conoció como "El gran hedor del río Támesis".Ya desde la década del 40 Londres venía sufriendo epidemias de cólera que, debido a la contaminación del río, se fueron agravando.
Hoy día este río que sirve de acceso a la ruta comercial con otros países de Europa y resto del mundo, ha sido recuperado, volviéndose a ver fauna y pesca.